Este aceite de oliva virgen extra es una auténtica joya nacida en las alturas, donde los olivos acarician el cielo y el aire puro de la montaña les otorga un carácter único. 

Las aceitunas son recolectadas en su punto óptimo de maduración, en la etapa temprana de la cosecha, lo que garantiza un perfil organoléptico extraordinario. Mediante el proceso de extracción en frío, se preservan todos sus matices, consiguiendo un aceite con una intensidad aromática inigualable y una riqueza en polifenoles que resalta su carácter saludable y antioxidante.

En nariz, este aceite se presenta fresco y complejo, con notas que evocan el tomate verde, la almendra amarga y la hierba recién cortada, junto con un sutil toque de higuera. 

Producido bajo estrictos estándares ecológicos, este aceite refleja un profundo respeto por la naturaleza y la biodiversidad que rodea a los olivares de montaña. Su cultivo libre de pesticidas y fertilizantes químicos no solo garantiza un producto puro y limpio, sino que contribuye a la sostenibilidad del entorno.

Ideal para disfrutar en crudo, realzando ensaladas, verduras asadas, quesos y pescados. También es perfecto para dar un toque sublime a sopas y guisos, o simplemente para degustarlo sobre una rebanada de pan fresco, permitiendo que su complejidad brille en cada gota.

Este aceite no es solo un alimento, es una experiencia sensorial que conecta la pureza de la montaña con la excelencia de una tradición milenaria.